En La Garriga, su pueblo natal, se ha tributado un multitudinario adiós al misionero Jordi Mas, ciudadano Ilustre al que le fue concedido tal honor hace dos años, de forma unánime, por el Ayuntamiento.
Ha sido un emotivo acto que empezó con imágenes de la trayectoria de nuestro querido misionero en tierras africanas, su compromiso con la gente, con los más pobres, los más necesitados en todos aspectos: mujeres, niños, creando escuelas, hospitales, construyendo pozos. Trabajando con todos en la freternidad, una espiritualidad nueva, de compromiso, a lo largo de 50 años.
Siguió luego la ceremonia religiosa presidida por cuatro Obispos, entre los cuales Barthelemy, Obispo de Yagoua-Camerun.
Vino para participar en la Consagración de la Sagrada Família en Barcelona, y fue a visitar a Jordi Mas en el Hospital de Vic donde se hallaba ingresado y donde falleció. Hoy en la homilia, ha explicado que fue de la mano del padre Jordi Mas que aprendió a leer, a conocer el evangelio, llegar donde llegó. Que ha sido un milagro poder acompañarle en los ultimos momentos de vida, en su despedida.
Siguió una Misa concelebrada con muchos sacerdotes amigos. Hubo una conexión en directo con la Comunidad de Makari, que celebraban también una ceremonia de adiós en comunión con la que se hacía en La Garriga. Juntos, desde el Camerún y desde la Garriga, unimos nuestras voces para cantar la canción del adiós, ellos en su lengua, nosotros en catalán: “Es l’hora dels adéus i ens hem de dir adeusiau, germans dem-nos les mans senyal d’amor senyal de Pau…”. Eso si fue la comunión de los pueblos sin fronteras ni barreras.
Al finalizar la ceremonia subieron al altar a rendirle homenaje amigos, organizaciones, clérigos.. Dos excelsas horas sin que nadie controlase el tiempo. Lo merecía. Hasta siempre Jordi, como dice otra de nuestras canciones de despedida “Trobarem a faltar el teu somriure” o “Echaremos en falta tu sonrisa” también tu sencillez, tu mirada dulce. Qué suerte la nuestra de haberte conocido.
Montserrat Ponsa, periodista
Publicat al seu bloc personal (20/11/2010)
Ha sido un emotivo acto que empezó con imágenes de la trayectoria de nuestro querido misionero en tierras africanas, su compromiso con la gente, con los más pobres, los más necesitados en todos aspectos: mujeres, niños, creando escuelas, hospitales, construyendo pozos. Trabajando con todos en la freternidad, una espiritualidad nueva, de compromiso, a lo largo de 50 años.
Siguió luego la ceremonia religiosa presidida por cuatro Obispos, entre los cuales Barthelemy, Obispo de Yagoua-Camerun.
Vino para participar en la Consagración de la Sagrada Família en Barcelona, y fue a visitar a Jordi Mas en el Hospital de Vic donde se hallaba ingresado y donde falleció. Hoy en la homilia, ha explicado que fue de la mano del padre Jordi Mas que aprendió a leer, a conocer el evangelio, llegar donde llegó. Que ha sido un milagro poder acompañarle en los ultimos momentos de vida, en su despedida.
Siguió una Misa concelebrada con muchos sacerdotes amigos. Hubo una conexión en directo con la Comunidad de Makari, que celebraban también una ceremonia de adiós en comunión con la que se hacía en La Garriga. Juntos, desde el Camerún y desde la Garriga, unimos nuestras voces para cantar la canción del adiós, ellos en su lengua, nosotros en catalán: “Es l’hora dels adéus i ens hem de dir adeusiau, germans dem-nos les mans senyal d’amor senyal de Pau…”. Eso si fue la comunión de los pueblos sin fronteras ni barreras.
Al finalizar la ceremonia subieron al altar a rendirle homenaje amigos, organizaciones, clérigos.. Dos excelsas horas sin que nadie controlase el tiempo. Lo merecía. Hasta siempre Jordi, como dice otra de nuestras canciones de despedida “Trobarem a faltar el teu somriure” o “Echaremos en falta tu sonrisa” también tu sencillez, tu mirada dulce. Qué suerte la nuestra de haberte conocido.
Montserrat Ponsa, periodista
Publicat al seu bloc personal (20/11/2010)
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